La Convivencia Social

Para poder pertenecer a los grupos y vivir armónicamente en comunidad, es necesario aprender a “convivir”.

La convivencia social es la capacidad de vivir con otras personas, de relacionarse respetuosamente con ellas; para ello es necesario tener en cuenta las siguientes dimensiones:

•⁠ ⁠El autoconocimiento de la propia manera de ser, pensar y sentir.

•⁠ ⁠Conocer el entorno social, la comunidad o grupo en que nos desenvolvemos y nos realizamos como personas.

•⁠ ⁠Sentir compromiso con la transformación de ese contexto social.

La convivencia social está fundamentada en siete principios básicos:

1. Aprender a no agredir al otro: Valorando la vida del otro como nuestra propia vida; acordando reglas o normas para resolver las diferencias y los conflictos; reconociendo que la diferencia nos permite ver y compartir otros modos de pensar, sentir y actuar; respetando la vida íntima de los demás.

2. Aprender a comunicarse: A través de una correcta conversación podemos expresarnos, comprendernos, aclararnos, coincidir, discrepar y comprometernos.

3.⁠ ⁠Aprender a interactuar: Supone aprender a acercarnos a los otros, a comunicarnos con los otros, a estar con los otros, a vivir la intimidad.

4.⁠ ⁠Aprender a decidir en grupo: Se requiere conocer los intereses individuales y los del grupo; concertar el interés general o bien común, que beneficie a la mayoría.

5.⁠ ⁠Aprender a cuidarse: Reconociendo las actitudes y comportamientos que conlleven a cuidar nuestra salud física, mental y sexual

6.⁠ ⁠Aprender a cuidar el entorno: Dándonos cuenta de lo que somos y lo que tenemos a nuestro alrededor; comprendiendo que la Tierra, nuestro único hábitat, es un ser vivo que debemos proteger.

7.⁠ ⁠Aprender a valorar el saber cultural y académico: Motivándonos en la búsqueda del conocimiento para poder avanzar culturalmente. El ser humano ha evolucionado gracias a los conocimientos que ha ido adquiriendo, por eso tiene que esmerarse en progresar en la búsqueda de nuevos saberes.